El pasado 21 de marzo de 2019, Pedro Canahuati, Vicepresidente de Ingeniería, Seguridad y Privacidad de Facebook, informó que «…cómo parte de una revisión de seguridad de rutina en enero, descubrimos que algunas contraseñas de los usuarios se almacenaban en un formato legible dentro de nuestros sistemas internos de almacenamiento de datos».
El boletín se publicó en el newsroom oficial de Facebook bajo el título Keeping Password Secure, a través del cual se manifiesta que notificarán a cientos de millones de usuarios de la versión Facebook Lite, a decenas de millones de otros usuarios de Facebook y decenas de miles de usuarios de Instagram.
Con independencia de lo anterior, el Vicepresidente de Seguriad de la compañía, no anuncia las medidas precisas que se están tomando para superar la brecha masiva de seguridad, sin que resulte obstáculo creer en la presunción que ninguna de esas contraseñas han sido utilizadas fuera de las oficinas de Facebook, sin tomar en cuenta los varios miles de empleados que tuvieron acceso a estas bases legibles de nuestras claves de acceso.
Hasta ahora, ninguna autoridad mexicana, latinoamericana, americana o europea se ha manifestado sobre una probable sanción a cargo de la red social, sin embargo, es posible iniciar un procedimiento a través de la plataforma TrustArc, anteriormente conocida como TrustE o bien, iniciar un procedimiento interno para conocer la forma en que Facebook superó esta brecha de ciberseguridad.
No sólo en la Unión Europea Facebook ha demostrado debilidades en su protección de datos personales, pues países americanos han comenzado a realizar gestiones de investigación sobre la popular red social.
A considerar la importancia de contar con un proceso ágil que brinde prontas soluciones a estos eventos y, recordar la importancia de formar abogados digitales capaces de solucionar la vulneración de datos personales en portales digitales.