¿Qué es Wifi?
El término Wifi permite al usuario conocer si existe una interconexión inalámbrica cercana entre su dispositivo y un punto de acceso de red. Inicialmente, esta conexión se reservó para espacios controlados y pequeños, derivado de lo complejo que resulta limitar el alcance del espectro radioeléctrico y que ello pudiera conceder enlaces no autorizados; sin embargo, el progreso de esta tecnología permitió que pronto se implementara para consolas de videojuegos, televisores inteligentes, gadgets, automóviles y teléfonos inteligentes. Actualmente, la restricción que otrora presentara esta conexión inalámbrica parece mutar a un servicio de Wifi gratis y de libre acceso, como una medida de «beneficio político-social». Sin embargo, no todo parece idóneo para nuestra identidad digital y los millones de bites que almacenamos en nuestros dispositivos móviles.
Wifi Gratis en la Ciudad de México (CDMX)
A inicios del 2018 en la Ciudad de México, el director general del Sistema de Transporte Colectivo, Jorge Gaviño Ambriz, anunció la disponibilidad de servicio de Internet gratuito en la Línea 1 del Metro. Ello después de un «exitoso» lanzamiento de la conexión en la Línea 7 (diciembre 2017) del propio transporte y deseos de expansión a la línea 2 y 3; con lo que se espera cubrir el acceso de al menos 60% de los usuarios diarios (4.5. millones de usuarios). Esto sigue la tendencia del actual jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, quién en el año 2014 inauguró diversas Zonas Wifi dónde la población cuenta con acceso gratuito a Internet: 1) Alameda Central, 2) Zócalo capitalino, 3) Parque México y 4) Parque España; lo que se amplió para junio de ese mismo año a otros 5 puntos, que pretenden cubrir la necesidad de 12, 475 internautas diarios y simultáneos. Esta política gubernamental parece ser la tendencia global como mecanismo para combatir activamente la brecha digital. Independientemente de la lucha para transformar a la CDMX en una ciudad digital, resulta alto el costo que deben pagar los usuarios por acceder a estos puntos de conexión y que coloca en manos de empresas privadas -como AT&T y Google– sus datos personales sensibles y su patrimonio digital, por un breve acceso a la carretera de la información.
A inicios de marzo de este año (2018) la compañía Google anunció el lanzamiento en México de la herramienta Google Station, lo que permitirá a millones de mexicanos tener Wifi Gratis en sus dispositivos, siempre que instalen la App en sus equipos móviles y se encuentren cerca de alguno de los 56 accesos públicos en todo el país. Esto coloca a México como el tercer país en el mundo con esta tecnología y el primero en Latinoamérica. Sin duda, parece que la brecha digital comenzaría a reducirse con tales mecánicas, sin embargo, el costo a la privacidad de los usuarios y la amplia ventana de acceso que ofrecerán a los proveedores de servicio, resulta en una relación desigual en un análisis de costo-beneficio. Esto no es una temeraria aseveración frente al progreso tecnológico, ya que expertos como Luis Corrons (Director técnico de PandaLabs) afirman que el acceso detrás del Wifi Gratis podría permitir acceder a «cualquiera», incluso a un ciberdelincuente que podría sembrar malware o redirigir el tránsito a páginas fraudelentas para robar nuestros datos (phishing). Ello no se detiene ahí, ya que las «redes desconocidas» que ofrecen Wifi Gratis podrían controlar el tráfico que no se encuentre cifrado en nuestros móviles; dicho de otro modo, brinda acceso a los datos no encriptados que enviamos y recibimos gracias al acceso gratuito, lo que implicaría un libre e indiscriminado acceso a al menos 95% de nuestra información digital. ¡Después de todo, parece que nada es gratuito en la vida!
El costo del Acceso a Internet Libre y Gratuito
Esta tendencia no sólo responde a una política gubernamental, ya que desde el año 2012, cuando el relator de las Naciones Unidas, Frank La Rue, anunció al mundo que Internet es el medio más eficiente para brindar soporte y un debido ejercicio a la libertad de expresión y otros derechos humanos, cómo el acceso a información pública, ha creado una tendencia vanguardista a la que llamo «Teoría Fundamentalista Digital«; corriente que engloba a los expertos y dogmáticos de la materia, que defienden el «Acceso a Internet como Derecho Humano»; lo que parece haber afectado las reformas al artículo sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y, a la par, invitar al crecimiento tecnológico que provoque escenarios de gratuidad en el acceso a Internet. Sin embargo, esta interpretación resulta desafortunada y paranoica respecto de la hermenéutica que ofrece el reporte del relator, ya que Internet sólo puede considerarse un medio más -de los muchos- para ejercer diversos derechos humanos, pero resulta de los más eficientes a nivel global; por otro lado, el brindar gratuidad no implica satisfacer un derecho fundamental, sino beneficiar el ejercicio de aquéllos que sí lo son y luchar activamente contra la brecha digital. A esta última y correcta lectura, se han sumado empresas como José Cuervo y Walmart de México y Centro América, que actualmente ofrecen el servicio Wifi Gratis en sus diversos puntos de compra presenciales y que han transformado la experiencia de consumo para sus clientes.
Empero, no todos los accesos libres y gratuitos cuentan con protocolos y certificados avanzados de seguridad para resguardar información proporcionada como: 1) Correo electrónico (que se solicita para generar usuario), 2) Nombre del usuario, 3) Contraseña; y aquélla que se obtiene de forma automática con el enlace como: 1) IP del equipo móvil, 2) Modelo y marca del equipo, 3) Acceso a explorador, 4) Acceso a ubicación en tiempo real a través de sensores presence zones, 5) Activar cookies y 6) Prohibir acceso a sitios no autorizados por el proveedor a través de firewalls. Asimismo, estos accesos libres obligan al usuario a mirar publicidad o acceder, en primera instancia, a sitios de los patrocinadores antes de disfrutar la experiencia de la conectividad gratuita; lo que podría resultar en otro severo análisis en materia de derechos de consumidor on line.
Conectarse o no conectarse: ¡Esa es la cuestión!
Con el reciente escándalo de Cambridge Analytica y las severas brechas de seguridad que ha presentado Facebook alrededor del mundo; especialmente en la Unión Europea, dónde se le han impuesto sanciones millonarias debido a un desacreditado e ilegal uso de los datos personales de los usuarios; parece que los accesos de Wifi Gratis no resultan la medida más adecuada y certera en tratándose del tratamiento de nuestra identidad digital, sobre todo aquello que podría formar parte de la intratable Big Data. Adicional a lo anterior, se advierte que el consumidor promedio mexicano prefiere accesos de red inalámbricos sobre un buen producto, bien o servicio, además de no contar con una cultura adecuada en materia de prevención de phishing y vishing, lo que no sólo nos transforma en uno de los países con mayor tránsito de datos, mayor uso de redes sociales (6 a 7 horas diarias frente al país más cercano, Brasil, con 4 a 5 horas diarias), sino en el más vulnerable, a pesar de la loable propuesta del gobierno capitalino y el ambicioso proyecto de Google.
En esos términos, antes de activar cualquier sitio de Wifi Gratis sería prudente analizar los protocolos, mecanismos de prevención y certificados que ofrecerán a favor de los ciudadanos y que invitarían a confiar en estos puntos de acceso libre; no sólo como una medida de mercadeo para incentivar su uso, sino como un verdadero requisito legal y vinculante, para que estos garanticen la seguridad de nuestros datos personales, personalidad digital y el patrimonio digital que almacenamos directa o indirectamente, en nuestros dispositivos móviles.
En la mitología griega, Zeus castigó a la humanidad por el robo de Prometeo y que éste nos diera a conocer el fuego; nuestra penitencia se llamó «Pandora»; una doncella dotada de la voz más hermosa y una belleza que la propia Afrodita envidió. Esto permitió que Epimeteo (hermano de Prometeo) aceptara con suma facilidad el objeto que Pandora cargaba consigo, un obsequio del Olimpo. Una vez que se abrió aquella caja olímpica, la vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen y todos los males del mundo se desplegaron por la Tierra; sólo la esperanza se encontraba oculta dentro de la caja y no era visible para cualquiera. En la historia moderna, parece que Zeus ha dotado a Pándora de una conexión sin cables, gratuita y que aparenta belleza en contra de la brecha digital, sin embargo, la apertura de su conexión podría implicar un escenario lúgubre, en perjuicio de los usuarios y que traería consigo un nuevo mal: la esclavitud digital.